sábado, 19 de julio de 2008

Dichos del 2012

Al parecer ya me cansé. La actitud de espera me cansó y lo peor de todo es que me aburrió, y es ahí cuando se volvió un problema. Considerando que si sólo estuviese cansada bastaría reponerme y empezar de nuevo, pero ahora con eso no es suficiente.

Las alertas fueron por millón, quizá como nunca lo había hecho, lo expresé de diversas formas para lograr captar tu atención pero eso no pasó. Siempre apareció un nuevo estímulo al cual, obviamente, tu dotado sistema no se quedó sin responder. Por que todo tiene su belleza, según la opinión de personas como tú. Si fuera por eso, tu sistema la habría detectado en mi. Pero no pasó.

Ya no sé si afortunada o desgraciadamente, no creo pueda y/o quiera sentarme a esperar que de una vez por todas aparezcas con la buena nueva y un tulipán amarillo. Puedo que sea impaciente, de eso ya no tengo certeza, pero tampoco pretendo lanzarme a un precipicio, mi seguro no cubre dolores que si pude evitar.

Las cosas se dieron así, siempre supe cuando comenzó pero jamás cómo iba a terminar. Me imagino será ley de vida pero ya no me gustó la estética del problema a resolver, ya me parece desagradable a la vista, el tacto y olfato. 

Podría creer e incluso convencerme que todo va a pasar y que mañana podemos amanecer en París, fumando y conversando sobre la alegría que se viene para los dos. Pero eso no solucionaría el problema, eso no solucionaría mi problema. Sólo lo cubriría, tal y como cubre el maquillaje la cara de un trasnoche con una borrachera a cuestas.

No pasó, ni pasará. Empezar hablar de quién tiene la culpa, si lo podría haber evitado, para qué, si ya estoy en esto.  Va a pasar, siempre pasa, esta no será la excepción. Cómo, no lo sé. Pero pasará.




Julio 2012